La hipnosis no es en si misma un tratamiento, es un estado mental que se caracteriza por la focalización de la atención del Cliente hacia una parte de su experiencia, aunado esto a una habilidad para disociarse de otros aspectos de la misma, que ordinariamente estarían en su conciencia.  

Nuestra atención la podemos enfocar en diferentes aspectos de nuestra vida. Nos podemos enfocar en los problemas, o nos podemos enfocar en las soluciones, nos podemos enfocar en lo que está mal, o nos podemos enfocar en lo que está bien, nos podemos enfocar en lo que no se puede hacer, o nos podemos enfocar en lo que se puede hacer, nos podemos enfocar en conseguir una meta, o podemos quedar atrapados en pensamientos negativos recurrentes, en dudas o aspectos irrelevantes.  

La hipnosis provee los medios para que el Cliente enfoque su atención en lo que es relevante, y ayudarlo a utilizar sus recursos y habilidades que le sean de utilidad para lograr sus metas terapéuticas.

Existen algunos mitos acerca del uso de la hipnosis, uno de los cuales afirma que el Cliente pierde el control quedando a merced del terapeuta, sin embargo, los resultados de la aplicación de la hipnosis en la práctica clínica, demuestran de manera consistente, que la gente que la utiliza, adquiere mayor control para mejorar sus vidas.

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